Un poco de historia
    Parroquia de Santa Teresa Parroquia del Cristo del Mercado   Ermita del Santo Cristo    
 

 

 

 

 

 

PARROQUIA DE SANTA TERESA DE JESÚS (Segovia)

 

 

EN EL PRINCIPIO NO EXISTÍA LA PARROQUIA.

 

Uno de enero de mil novecientos ochenta y cinco es fecha señera en la historia de la parroquia. Marca el comienzo de su funcionamiento. Pero hasta llegar ese día hubo mucho trabajo de preparación. Testigo de excepción de esos años previos es D. Santiago Peña Poza, sacerdote vecino del barrio. Así escribe el mismo la génesis de la idea:

“Al terminar el curso 1977-78, como prácticamente no tenía más trabajo pastoral que el de la parroquia de Revenga, el vicario de Pastoral requirió en varias ocasiones mis servicios para celebrar los cultos litúrgicos dominicales en algunos pueblecitos pequeños (…). Al acudir a estas pequeñas comunidades se me fue haciendo cada vez más fuerte la idea de que el interés que poníamos en atenderlos no se correspondía con el desinterés en atender algunas barriadas, como la del Puente de Hierro, que por su lejanía del templo parroquial, necesariamente deberían encontrar dificultades para la práctica religiosa. Así se lo comuniqué al Sr. Obispo, quien se interesó vivamente y un día, en el otoño del 1979, se presentó en mi casa acompañado del Vicario de Pastoral”.

Descubierta la necesidad, lo primero era encontrar el lugar. Después de contemplar varias posibilidades, el Administrador compró todo el local del entonces nº 20 de la Ctra. de Villacastín.

Septiembre de 1980 es otra fecha clave. Fue entonces cuando el Sr. Obispo, D. Antonio Palenzuela, encargó a D. Santiago Peña la promoción de la nueva parroquia. El primer paso de D. Santiago fue requerir los servicios del arquitecto D. Mariano Velasco, quien redactó el proyecto.

La cosa ya estaba en marcha, pero aún faltaba bastante. Por eso no dudó en descubrir la utilidad de una escuela prefabricada en la Fuentecilla, fuera de uso y propiedad del Ministerio. Era el verano de 1981. Las gestiones oportunas ante el Obispado y la Delegación de Educación y Ciencia dieron su fruto. Así, en octubre de 1981, comenzó a funcionar la capilla de la Fuentecilla. Era una caseta con dos aulas y servicios en el centro. Con la colaboración de los vecinos se desmontó la estructura interna y se habilitó un espacio más amplio. De los Carmelitas se obtuvieron unos bancos, del hospital 18 de Julio D. Pedro proporcionó el Sagrario y otros objetos litúrgicos, del Obispado una mesa de altar…

El barrio colaboró mucho, pues recibió esta capilla con mucho agradecimiento. Ya entonces colaboraron las Carmelitas Misioneras animando la pastoral. Se comenzó con un grupo de catequistas y con la misa los sábados y domingos. Otro sacerdote que se incorporó en los comienzos fue Hipólito Prieto.
 

 

El largo proceso del centro parroquial de Ctra. Villacastín
 

Mientras tanto, los locales adquiridos en la Ctra. de Villacastín en 1980 padecían la lentitud de la burocracia. Proyecto, negociaciones sobre el importe, visado, licencia de obras del Ayuntamiento… Incluso hubo que realizar pruebas periciales de laboratorio para garantizar que la estructura del edificio no corría ningún riesgo. Todo esto y algún retraso del constructor hizo que hasta mayo de 1984 no comenzasen las obras.

Se escribió una carta a todos los vecinos, incluso se visitaron las casas para pedir colaboración. En esto colaboraron catequistas que habían surgido de la misión celebrada en la ciudad los meses anteriores.

Las obras transcurrieron con la “normalidad” de todas las obras: pequeños susto, algún contratiempo, lentitud en la ejecución, viajes para buscar mejores precios y materiales, coordinación de los distintos oficios…

Finalmente, y con algunos meses de retraso, se pudo inaugurar la Iglesia, con el rito de dedicación del altar y el templo. Fue el 15 de diciembre de 1984, en una eucaristía presidida por el Sr. Obispo, D. Antonio Palenzuela Velásquez, y concelebrada por varios sacerdotes.

El comienzo de la actividad no supuso el fin de las obras, pues se habían dejado 520 m2 sin acondicionar. En septiembre de 1992 se acometió esta segunda fase, habilitando la vivienda que actualmente es casa parroquial y 410m2 de locales: salón multiusos, cocina, sala de jóvenes, biblioteca, ropero y servicios. En total, sin contar los gastos de adquisición del local, se invirtieron en la adaptación del complejo parroquial 18.513.106 pts. En esta cantidad no están incluidas las donaciones del mobiliario del salón por parte de la fundación Nicomedes García, ni el equipamiento de la cocina, patrocinado por Muebles Hernando. También contamos con el Sr. Obispo, D. Antonio Palenzuela, para la bendición de la ampliación: el 23 de octubre de 1994.

Pero en estos veinticinco años no todo han sido construcciones. También ha habido que contemplar con tristeza la demolición por parte del Ayuntamiento de la Capilla de la Fuentecilla. De poco sirvieron los esfuerzos y escritos de D. José María defendiéndola. Al final el criterio del Ayuntamiento, propietario de la Caseta prefabricada y del terreno se impuso al sentir de muchos vecinos. Así el barrio tuvo en el 2008 un espacio al aire libre más, pero un lugar de reunión a cubierto menos. Y de estos últimos no sobran precisamente en la zona.

 

 

Los primeros responsables
 

El papel de D. Santiago Peña fue clave en los comienzos, como se ha reseñado. Sin embargo, no fue el primer párroco, al tener ya otras ocupaciones. Esa función se encargó a D. Pedro Migueláñez, quien acabados unos estudios en Madrid se puso a disposición del Obispo el verano de 1984. Comenzó viviendo en la casa de la Fuentecilla a primeros de octubre, donde todavía vivía D. Hipólito Prieto, quien se encargaría después de la creación de la parroquia de Nueva Segovia. A D. Pedro Migueláñez Herrero le sucedió D. Jaime Izquierdo Martín a comienzos de 1991. Después del curso 2002-2003, en que provisionalmente se encargaron de la parroquia D. Félix García Matarranz y D. Juan Pedro Cubero Postigo, en septiembre de 2003 D. José María Martín Álvaro llegó como párroco. Esa responsabilidad se renovó de manera compartida para Santa Teresa y el Cristo en septiembre de 2008 junto con D. Raúl Anaya Luengo. D. José María, siendo de los últimos en llegar, ha sido de los primeros en partir a la casa del Padre. Su recuerdo aún sigue alimentando con cariño la fe de nuestra feligresía.
 

 

Colaboradores

 

La acción pastoral comenzó con un grupo de personas que salieron de la misión realizada en la ciudad en el curso 1984, así como con catequistas de la parroquia matriz del Cristo del Mercado. En esa misión y posterior desarrollo colaboró de manera decisiva la comunidad de Carmelitas Misioneras, que desde su fundación en Segovia en 1977 se entendió como una comunidad religiosa parroquial. Y así sigue a día de hoy. También algunas Hijas de la Caridad del Psiquiátrico animaron la pastoral en aquellos primeros momentos.

Aparte de sacerdotes y religiosas, el número de seglares que colaboró en aquellos primeros momentos y a lo largo de estos veinticinco años de historia es, gracias a Dios, casi innumerable. Y es que muchas han sido y son las personas que con su dedicación han contribuido y contribuyen a que la parroquia sea mucho más que el edificio. Nombrar a todos y cada uno sería imposible. Dejamos para Dios la confección exhaustiva de esa lista, con sus méritos y recompensas. Una lista de 25 años de parroquia, pero que aún no está cerrada y a la que aún puedes incorporarte. ¿Te animas a seguir construyendo la parroquia...?

 

Marzo de 2010

 

 

 

 

 

 

Celebramos 25 AÑOS DE PARROQUIA en Santa Teresa - 1 de enero de 1985 - 1 enero de 2010