VENTANA DE CINE

 

1917

2019, BÉLICA, GB,  120 minutos

Director: SAM MENDES            
Interpretes: GEORGE MACKAY (Schofield), DEAN-CHARLES CHAPMAN (Blake), COLIN FIRTH (General Enimore), BENEDICT CUMBERBACHT (Coronel Mackenzie)

Guion: Sam Mendes y Krysty Wilson-Cairns. Música: Thomas Newman. Fotografía: Roger Deakens. Producción: Sam Mendes, Pipa Harris

CALIFICACIÓN: 9, genial

TEMAS: guerra,  amistad, antibelicismo

ARGUMENTO

En 1917, en el frente francés, un cabo y un soldado reciben la orden de atravesar el territorio que el ejército alemán ha abandonado aparentemente para llevar un mensaje a un general que se dispone a iniciar una ofensiva que, en realidad, es una trampa urdida por el ejército alemán tras la retirada. En el batallón se encuentra el hermano de uno de los soldados.


COMENTARIO

El plano secuencia es una maravilla. Ahora casi nunca se hace porque requiere una precisión milimétrica en el movimiento de la cámara, en el diseño del decorado y en unos actores que tienen que moverse con soltura por los lugares marcados. Consiste en rodar utilizando movimientos de cámara, planos medios y planos generales sin cortar en ningún momento. Contra más largo más difícil porque hay que precisar el decorado por el que se mueve la cámara, prever la iluminación, evitar que se vean las tramoyas y ensayar exhaustivamente con los actores. Quizás el más conocido es el que abre “Sed de mal” de Orson Welles, pero hay otro como el del comienzo de “Vidas cruzadas” de Robert Altman que es magnífico y el propio Sam Mendes, el director de esta película, hizo uno extraordinario al comenzar “Skyfall”, uno de los mejores 007. González Iñarritu hizo “Birdman” en plano secuencia pero la película era pésima, aunque le dieran un par de Óscar, y los planos secuencias mal planificados. Muchísimo mejor era “Ojos de serpiente” de Brian de Palma que, aunque estuviese protagonizada por Nicolas Cage, uno de los peores actores que he visto, era un prodigio de realización con largos planos secuencias en los que la duración de la película coincidía con la historia relatada.
Ahora Sam Mendes nos brinda una película rodada en un plano secuencia, aunque no sea del todo real, ya que se aprecian cortes aprovechando zonas de oscuro. Pero nos invita a acompañar a un par de soldados que tienen que atravesar el frente en un momento decisivo de la Primera Guerra Mundial. El rodar de esta manera tiene la virtud de que nos sentimos compañeros de aventura de esos soldados. Al comienzo nos recuerda al maravilloso plano secuencia, rodado en trevelling, de “Senderos de gloria” de Kubrick, para luego iniciar con esos dos soldados un recorrido por los horrores de la guerra. Un recorrido emocionante, maravillosamente rodado y de una fuerza incontenible.
Porque la película es un prodigio. Es cine emocionante pero no lacrimógeno. La contenida interpretación de George Mackay está muy en la línea de una película, a pesar de todo, contenida.
Rotundamente antibelicista, la película se convierte en un homenaje a esos héroes anónimos que tienen todas las guerras y brinda al espectador momentos memorables.

  

    

            Jesús Fco. Riaza