VENTANA DE CINE

 

 

TULLY

2018, DRAMA, USA, 96 minutos

Director:   JASON REITMAN
Intérpretes:   CHARLIZE THERON (Marlo), MAcKENZIE DAVIS (Tully), RON LIVINSTONG (Drew), MARK DUPLASS (Craig), ELAINE TAN (Elyse)
Guion: Diablo Cody. Música: Rob Simonsen. Producción: Charlize Theron, Jason Reitman, Diablo Cody… Fotografía: Eric Steelberg.

CALIFICACIÓN: 8, muy interesante

TEMAS: maternidad, crisis existencial, pareja

ARGUMENTO

Marlo es una madre en sus últimos días de embarazo. Tiene dos hijos, uno de los cuales tiene síntomas de autismo, y está agotada. Su marido tiene mucho trabajo y ella se va abandonando poco a poco. Cuando nace el nuevo niño, el hermano de Marlo le ofrece la posibilidad de contratar una niñera de noche, que tendrá la misión de velar al niño. Aunque al principio es reacia, la desesperación le lleva a llamar a la joven, que será de ayuda para el niño y para ella.

COMENTARIO

A la anodina cartelera de estos días ha llegado una película estupenda producida e interpretada por esa actriz fantástica que es Charlize Theron, dirigida por Jason Reiman, de quien nos encantó “Juno” que, como en este caso, tenía el  guion de Diablo Cody.   
La película cuenta, de forma descarnada y poco complaciente, la historia de una madre, la dura vida de una madre que añade, a sus cuarenta y un años, un nuevo niño a los dos que ya tiene. Y se centra, en primer lugar, en los últimos días de embarazo, cuando en tal estado la madre tiene que seguir ejerciendo de madre con los otros dos niños, a uno de los cuales se empeñan en calificarlo de “peculiar” en el colegio. Y, después, en cómo altera su vida la nueva criatura: los desvelos nocturnos, la lactancia y sus dificultades, la atención a los niños mayores y al recién nacido, la casa… Aunque Diablo Cody, la guionista, nos presenta a una mujer cansada, insatisfecha y deteriorada psicológica y físicamente, abandonada a su suerte por un marido que la quiere pero que ya no tiene detalles con ella, decide fijarse en lo heroico de esa mujer. Tendrá que ser otra mujer la que le ayude a levantarse de su postración y a recuperar los anhelos e ilusiones desgastados por el paso del tiempo y la vida. 
Charlize Theron está incomensurable. Dota a su personaje de una fina ironía y su deteriorado físico es un exponente fiel de los estragos del tiempo y la maternidad. Un final sorprendente pero gratificante, deja una profunda emoción.  

 

 

            Jesús Fco. Riaza